SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Hoy es uno de esos días bastante raros, en los que tengo muchos sentimientos por distintos motivos, sentimientos opuestos que me han acompañado hasta este momento.

Esta mañana fui a realizar algunos trámites y con las cosas que llevaba en las manos, mas las que tuve que sacar de la bolsa según me las pedían, no sé en qué momento deje mi cartera tirada por ahí; cuando me di cuenta volví sobre mis pasos, pregunté a gente que estaba cerca de mi, en las oficinas de los trámites, en vigilancia... y nada. No traía un centavo, porque aunque se lea raro, no acostumbro traer el dinero en la cartera, pero si traía documentos necesarios para la vida diaria: mi licencia de manejo, mi credencial del IFE, la credencial de la Lotería, mi tarjeta del metro, la del metrobus, hasta la del cine. La verdad es que en ese momento enfurecí, por un lado conmigo por semejante descuido (ahora tendré que gastar en reponerlas) y por otro lado con quien la encontró y no la devolvió, pues no pasaron ni cinco minutos desde la última vez que la vi hasta que me percaté de su ausencia y a nadie mas le sirve lo que ahí venía, en fin.

Por otro lado, como algunas de ustedes saben, mi Jesús y yo estuvimos colaborando en el Centro de Escucha de la Parroquia de San Simón durante mas de un año y fue un trabajo de preparación, de volanteo, de estar ahí varios días a la semana atendiendo a la gente que requería el servicio, en juntas, en capacitación, etc. Fue un periodo en general hermoso, donde conocimos gente diversa, donde hicimos amigos y tuvimos grandes experiencias y aprendizajes. Ayer fue nuestro último día en ese espacio y quedé muy triste de dejar esa comunidad, de alejarme de los amigos y de cerrar el ciclo que allí viví. Quedó un hueco en mi corazoncito.

Finalmente tengo que compartirles una gran alegría, algo que hace que lo anterior pierda un poco de fuerza, que suaviza todo lo demás... Hoy estamos de manteles largos mi Jesús y yo, porque celebramos nuestro 4º Aniversario de bodas. Aunque estamos trabajando y el día no ha sido del todo ideal, lo importante es que estamos juntos, que seguimos enamorados y decididos a continuar con este compromiso que adquirimos hace ya 1460 días.

Como verán tengo aún un poco de enojo, definitivamente estoy triste en un lugar del corazón y tengo al mismo tiempo una alegría que no me cabe en el pecho. Si tuviera que definir mi sentir en este instante, diría que con todo lo vivido de ayer a hoy... SOY MUY FELIZ.

¿Contradictoria?

No lo creo.